De vuelta a Barcelona

Aquí estamos, en Barcelona de nuevo, tras unas relajantes vacaciones en mi Madeira natal, todo el mes de agosto.
Bueno, en Porto Santo me lo pasé mejor. Pero solo cuatro días... [Allí estoy yo con mí mamán], en la "Isla Dorada".
Lo increible de todo esto es que cuando llego a Barcelona, empiezan a succeder las cosas. En tan corto espacio de tiempo ya he perdido el monedero, me robaron la bici, y encontraron el mismísimo monedero. 24 horas, no más.
Menos mal que en medio de tanta porquería aun queda gente seria y honrada. ¡¡Mi monedero vino con los únicos 15,00€ que llebaba!! Nada mal.
Ciutat Vella es guapa, pero cuando vengo de vacaciones me entero que huele fatal, que hay robos de todo tipo, y que a las autoridades les da igual.
Parece que hay un divorcio total entre políticos y ciudadanos. Y esto es serio.
En particular a nosotros, los más jovenes, que tenemos que currar tres veces más que un otro cualquiera, y 30 veces más que un político.
Para ganar 100 veces menos. Así va la cosa: España ya no va bien. ¡No señor Aznar!